Hola a tod@s,
este domingo 19 de diciembre me decidí ir a correr el cros de Caldes de Malavella a pesar de tener que competir sin ningún otro miembro del club. Mi compañero en estas lides, Antonio, no se encontraba demasiado bien de su lesión y prefirió, sabiamente, no forzar para recuperarse lo mejor posible. Mi padre, que suele ser muy fiel a este tipo de carreras, y sobretodo a ésta en particular, también falló porque tenía otro compromiso. Así que Helena y yo, que tampoco estábamos muy motivados, decidimos coger el coche tempranito y pegarnos más de una hora de camino para sufrir el frío de Girona.
Al llegar allí las cosas comenzaron a cambiar. El ambiente era increíble, había gente por todas partes y de todas las edades, se respiraba atletismo por los cuatros costados. Yo decidí calentar media horita antes de comenzar debido al frío que hacía y tuve que dejar a Helena solita. Ella enseguida busco refugio en un fuego improvisado que habían puesto cerca de la zona de bar. Al acabar de calentar me encontré con Francesc Guim, mi compañero de trabajo, y a otros habituales de los croses, como Pedro Ocaña.
La carrera empezó de forma puntual. Eso sí, la gente salió disparada, vamos, como un tiro. Imaginar a más de 60 corredores sobre un terreno embarrado apretando a tope, resultado... en la primera curva casi nos matamos! Yo estuve a punto de darme de bruces contra el suelo, pero gracias a Pedro que me ayudó y también a la fortuna de encontrar apoyo entre las piernas pude seguir en carrera. A partir de aquí todo el rato a saco, ni en las curvas, ni en las rectas, ni en las subidas, ni en las bajadas había descanso. Al principio pasé a mucha gente, después muchos otros me pasaron a mí, pero al final, alrededor de la vuelta 2, las cosas se normalizaron. Se formaron las típicas islas de corredores que poco a poco se van desgranando para quedar en unidades sencillas aisladas... y yo era una de ellas, sólo pero con opciones de pillar a alguien y de que me pillaran.
Fue en ese punto, final de la vuelta 2 principio de la 3 cuando mejor me encontraba. Las piernas respondían y las ganas iban a más. ¡Me encontraba genial! Fui pasando a algunos corredores y defendiéndome bien de otros para al final llegar sobre la posición 20 de mi categoría con un tiempo de 31'28''. La peor clasificación de mi vida en Malavella, pero tal vez la mejor carrera que he hecho allí! Lo que es seguro es que la disfruté muchísimo, el nivel de los corredores era muy bueno, el circuito remodelado es mejor que el de años anteriores y la temperatura, el público y el ambiente en general fueron estupendos.
Caldes sigue siendo mi cros preferido y me alegro de que a pesar de las pocas ganas iniciales me obligara a ir a correr. Como dicen por ahí, no lo probéis porque os va a encantar si lo hacéis.
Un fuerte abrazo a tod@s,
esperando noticias de Vilanova,
Pedro López Muñoz