Nueva carrera a pie. Esta vez 10km en “Delta-Prat”, al lado de casa. Fuimos allí con Antonio, Amaia del Gavà Triatló, Marisol y yo. Llegamos con mucho tiempo de anticipación que nos permitió recoger los dorsales con calma, hablar con otros participantes, cambiarnos tranquilamente y calentar, haciendo 15’ de carrera suave y 3 progresiones de aproximadamente 100 metros y unos estiramientos. Allí ya nos encontramos también con Pedro, Helena y Jesús, que vinieron muy gentilmente a, según nuestra mexicana, 'echarnos porras'.
Tras las carreras infantiles, nos dispusimos en la contrameta todos los participantes dispuestos a salir. Pensé que podría ser una buena carrera ya que no hacía tanto calor como otros años, aunque sí que había un ligero aire que no sabía si nos iba a molestar a la hora de correr.
Tras el disparo de salida. Nos dispusimos en los lugares de delante aunque guardando un poco de energías. Llevaba tiempo sin competir y sin hacer 10km seguidos en competición y no conocía mi sensación.
En el primer quilómetro me pasó Pedro, como marcándome el ritmo –yo pensaba ayudarlo un poco a hacer su marca personal y estaba dispuesto a ayudarle en todo aquello cuanto pudiera-. Pasamos por este quilómetro en 3’23”. “Bufff, me da que esto es demasiado rápido” –pensé mientras Pedro se colocaba detrás de mí y yo pensaba en mantener el ritmo todo el tiempo que pudiese. Pedro por su parte, prefirió aflojar un poco al principio, con lo que yo me fui yendo hacia delante sin darme cuenta que Pedro no estaba tras de mí.
Hasta el quilómetro 4 todo iba bien, mantenía la posición y todavía habíamos estado refugiados del viento entre las calles de El Prat, pero no pudo ser. Entramos en el polígono y el viento comenzó a azotarnos. No tuvimos más remedio que bajar el ritmo, acompañado de la desfondada que estaba comenzando a sentir. Pasamos por la pista de atletismo de nuevo, todavía en condiciones óptimas de seguir compitiendo, pero mi ritmo no tardó en resentirse saliendo del estadio.
En el quilómetro 7, me pasó César junto con otro compañero del Sant Boi y me animaron a seguirles, pero ya iba como podía. Más tarde, en el 8, me pasó un veterano del F.C.Barcelona, que también me animó a acompañarle: “Y que más, si no puedo con mi vida” –le dije. El caso es que tratando de mantenerme hasta el final de la prueba, pero entre el 9 y meta, mi ritmo bajó ostensiblemente, pasándome tres o cuatro personas más. “Pedro debe venir por aquí” –pensaba sin mirar detrás.
La vuelta del estadio se me hizo muy larga, pero al llegar a meta me alegré de ver que bajaba de los 38’ (37’58”) y justo tras de mí entró Pedro (38’00”) tratando de darme alcance aunque no lo logró. Creo que al final la marca fue muy buena. La posición, el 21.
Marisol llegó 2ª de la general tras una maltrecha Montse Cinca que se golpeó en una de las vallas de la entrada en la pista, con un tiempo de 43’10”, muy buena marca teniendo en cuenta la semanita que había sufrido. Tras Pedro llegó Antonio con 39’40” (46º) y finalmente Amaia, bajando en casi tres minutos su marca anterior, con 48’38” (7ª) y contentísima por su logro.
Tras la carrera aprovechamos para juntarnos todos e ir a comer una pizza a casa de Antonio. Por fín, Marisol y yo conocimos a Tere, su mujer. Una chica muy agradable a la vez que muy 'embarazada' a la que le quedan cuatro meses de feliz redondez.
Tras la agradable velada, donde se nos unió nuestra muñeca favorita: Nora, terminamos recogiéndonos sobre la 1:30 de la madrugada
Bueno, ahora y como siempre, tocará seguir entrenando sin desfallecer y hasta la próxima.
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